Construida en piedra y adaptándose a la perfección al estilo y la arquitectura de las casas del pueblo, esta casita rural es ideal para quienes busquen una estancia tranquila y un lugar donde desconectar. Se encuentra completamente rehabilitada, y además en su interior conserva una antigua bodega que puede ser visitada por todos los interesados. Sus propietarios destacan la capacidad que tienen el lugar para abstraer a los visitantes de cualquier problema, e incluso de los ruidos procedentes de la calle.